lunes, 2 de septiembre de 2024

- Beatificacion 4 Mártires de la Hermandad (2021)

                       

Beatificación de cuatro mártires sacerdotes Operarios Diocesanos

El sábado, 30 de octubre 2021, se celebró en la catedral de Tortosa la Eucaristía y la beatificación de cuatro mártires de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos: P. Francisco Cástor Sojo López, P. Millán Garde Serrano, P. Manuel Galcerá Videllet y P. Aquilino Pastor Cambero.



 LA CATEDRAL DE TORTOSA (España), Un imponente edificio cerca del río Ebro es testigo desde el siglo XIV de la historia de Tortosa.

La catedral de Santa María es, junto con el castillo de la Suda y los Reales Colegios, el conjunto arquitectónico más destacado de la ciudad.


En el mismo emplazamiento que ocuparon sucesivamente el foro romano, una mezquita y una catedral románica, se levanta la actual catedral de Santa María, que se empezó a construir en 1347 siguiendo los preceptos del gótico más clásico.

Sin embargo, incluye elementos constructivos posteriores como la fachada barroca terminada en 1757. Del conjunto destacan la nave central y el claustro, con una importante muestra de lapidario, y la capilla de la Virgen de la Cinta, de estilo barroco.

Asimismo, no se puede pasar por alto el rico patrimonio pictórico y escultórico que ha tenido la catedral de Tortosa empezando por el retablo de la Virgen de la Estrella (siglo XIV) que preside el altar mayor. 


Beatificación de cuatro mártires sacerdotes Operarios Diocesanos

El sábado, 30 de octubre 2021, se celebró en la catedral de Tortosa la Eucaristía y la beatificación de cuatro mártires de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos: P. Francisco Cástor Sojo López, P. Millán Garde Serrano, P. Manuel Galcerá Videllet y P. Aquilino Pastor Cambero.

                       
La ceremonia de beatificación fue presidida por el representante del Papa Francisco, Emm. y Rvdm. Marcello Semeraro, Cardenal Prefecto de la Congregación para la Causa de Santos. Mosén Sol tenía muy claro que «los Operarios deben ser sacerdotes y sólo sacerdotes, santos y trabajar por la gloria de Dios y a ser posible, unidos con otros».

Celebraron cinco cardenales, veinte obispos, más de ochenta sacerdotes y algunos diáconos permanentes. Participaron seminaristas, más de quinientos peregrinos y unos ciento cincuenta fieles de nuestra diócesis de Tortosa. También participaron la alcaldesa de Tortosa, Sra. Meritxell Roigé y concejales, el Diputado en Madrid, Sr. Ferrán Bel, el subdelegado del gobierno español en Tarragona, Sr. Joan Sabaté y miembros de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén de Barcelona y Tarragona. La parte musical corrió a cargo de la coral Tirikae.

Se inició la celebración con una monición en la que se citaron los nombres de los cuatro mártires que entregaron su vida a Cristo, completando un listado de treinta que fueron testigos privilegiados del amor de Dios y con un seguimiento total al Señor. Recibimos al representante del Santo Padre quien presidió la celebración y todos los concelebrantes con el canto: “Pueblo de Reyes”.

El sr. Obispo de Tortosa, Mons. Enrique Benavent, dio la bienvenida en nombre de toda la diócesis. Después de saludar a todos los participantes de la celebración nos dijo: “La Iglesia diocesana de Tortosa os acoge en la beatificación de estos cuatro mártires. En esta misma Catedral fueron bautizados san Francisco Gil de Federich y el beato Manuel Domingo y Sol, fundador de los Operarios. Tenemos también en la diócesis a san Enrique de Ossó y Cervelló, santa María Rosa Molas, el beato Jacinto Orfanell y hasta cuarenta que son los mártires que han sido reconocidos por la Iglesia. A esta lista se añaden los que son de nuestra diócesis y beatificamos hoy. Los santos son la sal de la tierra y la luz del mundo y los mártires son los testimonios de la verdadera esperanza. Hermanos nuestros que no amaron tanto la vida, que temieran la muerte”.

Continuó la Eucaristía y llegó el momento del rito de la beatificación. Empezó con una monición en la que Mons. Gerardo Melgar, obispo de Guadalajara, acompañado del postulador de la Causa de Beatificación, P. Carlos Comendador quien dirigió unas palabras al representante del Santo Padre pidiéndole que por mandato del papa Francisco inscriba en el número de los beatos a los cuatro sacerdotes Operarios. Luego el obispo de Ciudad Real y en nombre de los obispos de Cuenca y Jaén suplicó al Papa Francisco que inscribiera en el número de los beatos a los cuatro Siervos de Dios, miembros de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos. El postulador de la Causa leyó una breve biografía de los cuatro siervos de Dios y los motivos por los que llegaron al martirio.

El cardenal Marcello Semeraro leyó la Carta Apostólica en latín firmada por el Papa. Al finalizar se descubrió el lienzo con la imagen de los nuevos beatos. Un fuerte aplauso lleno de emoción y el volteo de las campanas, rompió el silencio de los fieles que se había puesto de manifiesto a lo largo de toda la celebración.

A continuación, la procesión y veneración de las reliquias de los nuevos beatos, llevadas por el sacerdote Operario, Rev. Javier Goñi quien las dejó en el sitio preparado en el lateral del presbiterio El representante del Papa las incensó y mientras el corazón cantaba: “Tollite hostias”. El representante del Santo Padre entregó una copia de la Carta Apostólica a los obispos de Ciudad Real, Cuenca y Jaén. Después del “Gloria in excelsis Deo” y de una breve monición empezó la liturgia de la Palabra. La 1ª lectura del libro del Eclesiástico (51, 1-8). El Salmo 33: «El Señor me libró de todas mis ansias». La 2ª lectura de la 2ª carta de san Pablo a los cristianos de Corinto (6, 4-10). A continuación, un diácono permanente proclamó el Evangelio según san Lucas (9, 23-26)

El Cardenal Marcello Semeraro inició la homilía con las palabras de Jesús: “Si alguno quiere venir en post de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz de cada día y me siga”. Las palabras del Señor no son una imposición; son una elección libre: “Si alguno quiere venir en post de mí…” Puede que no sea difícil para un hombre renunciar a sus posesiones, pero lo más difícil es negarse a sí mismo. Jesús habla de una cruz que la llevó una sola vez para siempre, pero adquirió un valor eterno. Junto a la cruz estaba María quien siempre mantuvo firmemente su unión con el Hijo.

Nosotros tenemos que tomar la cruz cada día y retomar también cada día nuestro seguimiento a Cristo, porque como dijo el Papa: «No existe el verdadero amor, sino el sacrificio de sí mismo». Estamos llamados a andar junto a Jesús, pero, a veces tenemos que ir contra corriente. Los beatos lo hicieron realidad en sus propias vidas. Como Sacerdotes Operarios se dedicaron a las vocaciones sacerdotales. No buscaban el martirio, pero cuando se presentó lo asumieron y soportaron las torturas, penas y hasta la muerte en plena confianza y perdonando. San Juan Pablo II dice: “El martirio es la prueba definitiva y radical; es la prueba en la que el hombre ayudado por la potencia de Dios alcanza la victoria”. Cuando sintamos el peso de la cruz que nos viene de diversas formas, apoyémonos en ella y allí encontraremos también a María, Madre del Señor y Madre nuestra. En Cristo la vida nunca se pierde, antes bien se encuentra, porque Él mismo es la Vida y la Resurrección. Amén.

Tras la profesión de fe, las plegarias, alternando catalán y castellano: ”Por toda la Iglesia, particularmente por la de Tortosa que hoy nos acoge, y por las diócesis de origen en las que ejercieron su ministerio los nuevos beatos… “Para que el Santo Padre Francisco sea apacentando como entrega generosa al pueblo de Dios…” Para que los obispos, presbíteros y diáconos asistidos por el Espíritu Santo en el ejercicio de su ministerio, estimulen a las comunidades cristianas…”

Mientras llevaron las ofrendas, el coro cantó: «Posuisti, Domine». A continuación, la oración sobre las ofrendas y el Cardenal Semeraro incensó el altar. Llegado el momento de la Comunión cantamos; «¿Quién nos separará del amor de Dios?» y «Tú eres Señor el pan del cielo».

Antes de recibir la bendición final, intervino el obispo de Jaén, Mons. Amadeo Rodríguez: “Nuestros mártires dieron la vida por Jesucristo. Se dedicaron a la formación de los sacerdotes y hacían camino siendo apóstoles de las vocaciones. Decía el beato Manuel Domingo y Sol: «Aspirad a ser sacerdotes santos». Doy gracias a Dios por su sangre derramada en el seguimiento de Cristo y porque a través del martirio fueron testigos del amor al Señor”. 

Expresó su gratitud al Papa Francisco por estas beatificaciones. También dio las gracias al Cardenal Marcello Semeraro, al Nuncio, a los cardenales, obispos, sacerdotes y seminaristas. “Gracias por su cariño a la Hermandad y gracias a todos los que han preparado esta celebración y a los que han colaborado: Cabildo Catedral, coro y a 13TV que han facilitado poder participar de la celebración a muchas personas desde sus casas. Gracias a las autoridades. A la alcaldesa, Sra. Meritxell Roigé y gracias de corazón a Mons. Enrique Benavent y con él a la diócesis de Tortosa. A todos mi felicitación. Recordaré esta celebración con alegría inmensa. Damos gracias a Dios por los cuatro nuevos beatos. Rogad por nosotros”. Un fuerte aplauso lleno de emoción resonó en la asamblea.

El Cardenal Marcello Semeraro nos dio la bendición final y terminamos la celebración con el himno a nuestra Patrona, Nuestra Señora de la Cinta.


domingo, 1 de septiembre de 2024

- 50 años de ministerio presbiteral: 1972-2022


Con motivo de celebrar los 50 años de vida ministerial como presbítero de la Iglesia Católica, comparto este testimonio de las ILUSIONES, los ANHELOS y los PROYECTOS PASTORALES que he vivido en estos cincuenta años, gracias al Concilio Vaticano II. Acabamos de celebrar los 60 años del inicio del Concilio Vaticano II (22 Octubre 2022), y en Quito hemos tenido diferentes momentos para recordar este gran evento eclesial,

El Concilio fue inaugurado por el Papa San Juan XXIII en 1962 y clausurado por el Papa San Pablo VI en 1965. El gran acontecimiento de nuestra era contemporánea en el ámbito de la Iglesia, fue el Concilio: un Concilio pastoral en diálogo con el mundo moderno.

         Para nosotros, los sacerdotes ordenados (yo en 1972) pocos años después de finalizado el Concilio Vaticano II, nunca olvidaremos el entusiasmo vivido en los tiempos de la celebración de esta asamblea eclesial, ya que, entre 1962 y 1965, fueron precisamente los años de nuestra formación sacerdotal en el Seminario de Barcelona (España).

         Se pretendió que fuera una especie de "aggiornamento", es decir, una puesta al día de la Iglesia, renovando en sí misma los elementos que se necesitaren de ello y revisando el fondo y la forma de todas sus actividades.

El Concilio y el post-concilio proporcionaron una apertura dialogante con el mundo moderno, incluso con nuevo lenguaje frente a problemáticas actuales y antiguas.

Ha sido el Concilio más representativo de todos. Constó de cuatro etapas, (1962-1965) con una media de asistencia de unos dos mil Padres Conciliares procedentes de todas las partes del mundo y de una gran diversidad de lenguas y razas. Se propuso actualizar la vida de la Iglesia sin definir ningún dogma: Trató de la Iglesia, la Revelación, la Liturgia, la libertad religiosa, etc. El Concilio recordó la llamada universal a la santidad.

   Sin lugar a dudas, el Concilio Vaticano II es el hecho más decisivo de la historia de la Iglesia en el siglo XX. El Concilio pretendió promover el desarrollo de la fe católica; lograr una renovación moral de la vida cristiana de los fieles; adaptar la vida cristiana a las necesidades y métodos de nuestro tiempo. Tras un largo trabajo de cuatro años, se redactaron 16 documentos, cuyo conjunto constituye una toma de conciencia de la situación actual de la Iglesia y trazaba el camino pastoral de los próximos años.

En este escrito deseo compartir con ustedes algunos momentos importantes de mi ministerio pastoral, animado e impulsado por el espíritu del Concilio Vaticano II, a lo largo de estos cincuenta años. 

P. Jaime Dasquens Sole, presbitero. 3 Diciembre 2022.

FELICITACION RECIBIDA DEL PAPA FRANCISCO

 (La carta enviada el 18 noviembre 2022 al Papa Francisco, se encuentra al final de este recordatorio de los 50 años de ordenación sacerdotal)

SALUDOS Y FELICITACIONES

Cardenal Juan José Omella Omella - Arzobispo de Barcelona

Barcelona, 19 de noviembre de 2022

                Querido D. Jaime: Paz y Bien

                Me he enterado de que el próximo 3 de diciembre, fiesta de san Francisco Javier, patrón de las misiones, cumplirás 50 años de ministerio presbiteral. Recibe mi enhorabuena y mi felicitación por esos largos años de fidelidad al Señor y a las comunidades a ti confiadas.

                Me uno a tu acción de gracias a Dios y a la del Seminario de “San José”, donde ejerces el ministerio de Director Espiritual. Que el Señor premie tu entrega y dedicación misionera. Dios es grande y misericordioso con todos nosotros. Qué bella es la oración que decimos todos los años en la Eucaristía, el domingo XXVI del tiempo ordinario: “Oh Dios, que manifiestas especialmente tu poder con el perdón y la misericordia, derrama incesantemente sobre nosotros tu gracia, para que deseando lo que nos prometes, consigamos los bienes del cielo”.

                Te encomiendo al Señor para que puedas continuar la obra que Él te ha confiado y la lleves a plenitud. Que te conceda su Paz y te dé la fuerza necesaria para proseguir en el ministerio sacerdotal muchos años haciendo el bien entre los seminaristas o donde el Señor te quiera enviar.

                Que El Señor te bendiga y te acompañe siempre.

Con mi afecto y amistad.                                                       

+ Card. Juan José Omella Omella
                Arzobispo de Barcelona

Cardenal Lluis Martínez Sistach – Arzobispo Emérito de Barcelona

 Estimado Mn. Jaume Dasquens,

   Con motivo de tus bodas de oro de ordenación sacerdotal el próximo 3 de diciembre, me complace muchísimo estar a tu lado junto con muchas personas que te aman y ruegan por ti.

   Es motivo de dar gracias a Dios por este cincuentenario de sacerdocio y por la manifestación del amor de Dios, que te ha manifestado y te manifiesta, con el don gratuito del sacerdocio ministerial, por todo el bien que has hecho en estos largos años de sacerdocio y por todo lo que el Señor espera de ti.

  El próximo 3 de diciembre te confiaré especialmente al Señor y a la Virgen de Montserrat y también a las patronas de estos países hermanos.

  Querido Mn. Jaume Dasquens con una bendición muy cordial, y con un saludo, expresión de la amistad sacerdotal, en comunión de oraciones.

+Cardenal Lluís Martínez Sistach

Arzobispo emérito de Barcelona

Mons. Joan Enric Vives – Arzobispo de Urgell y Copríncipe de Andorra

Querido Mn Jaume,

MUCHAS FELICIDADES en el día de tus 50 años de ministerio presbiteral. ¡Damos gracias a Dios!

    Tantos caminos recorridos y ahora misionero en Ecuador. Todo lo has dado por el Reino de Dios.

    Que el Señor te haga feliz y te regale su gracia y su alegría.

Te encomiendo y me uno a tu acción de gracias.

    Unidos,  +Joan Enric Vives Sicilia. Arzobispo d’Urgell y Coprincipe de Andorra 

D. Florencio Abajo Núñez – Director General Sacerdotes Operarios

Escribo estas líneas con motivo de la celebración de los cincuenta años de ministerio sacerdotal del P. Jaime Dasquens Solé. Produce una gran alegría contemplar una vida feliz siendo “simplemente” sacerdote. Es un extraordinario motivo de acción de gracias a Dios, que es quien llama y es quien sostiene. En sus buenas manos, el P. Jaime ha vivido este tiempo siguiendo al Maestro como discípulo, aprendiendo de Él cada día lo que significa ser sacerdote. A esta tarea ha dedicado sus días, empeñado en ser imagen de quien le creó y le llamó.

Durante la mayor parte de su ministerio, el P. Jaime estuvo trabajando en la Arquidiócesis de Barcelona, formando parte de su presbiterio. Y, siendo sacerdote de Barcelona, ya hace muchos años consideró abrirse también a una nueva familia: la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos. En ella está viviendo el sacerdocio de Cristo haciendo hincapié en la vida fraterna y en el trabajo en común en favor de las vocaciones sacerdotales. En la Hermandad, ha podido ampliar los horizontes de su España natal, sirviendo al pueblo de Dios en México y en Ecuador.

He tenido la fortuna de conocer al P. Jaime, descubriendo en él a un sacerdote sencillo, pobre, con una profunda experiencia de Dios y con una formación extraordinaria. Siempre atento a las necesidades de los demás y profundo conocedor del corazón de la gente, sigue siendo, con sus cincuenta años de vida ministerial, un sacerdote joven. Que el Buen Pastor continúe alentándole en el servicio de formar nuevos pastores para el pueblo de Dios.

Florencio Abajo Núñez
Director General Sacerdotes Operarios

D. José Luis Ferré – Director Espiritual del Seminario S. León Magno de Cuenca

Con motivo de las Bodas de oro sacerdotales

No pocas veces se nos ha acusado a los formadores de los seminarios de falta de experiencia pastoral, minusvalorando la labor de la formación de los futuros pastores. Sin embargo, pocos meses después de la publicación de la exhortación postsinodal Pastores dabo vobis (1992), la Congregación para la Educación Católica publicó el documento Directrices sobre la preparación de los formadores en los seminarios (1993), en el que destaca la labor pastoral de los formadores como «un arte que supera a todos los demás» (n. 3), considerándolo como la tarea pastoral que posibilita todas las demás pastorales, y, por lo mismo, el “arte de las artes”.

P. Jaime, después de toda su larga experiencia pastoral en comunidades rurales, obreras, de ciudad y, además, su preparación psicológica, considero un privilegio poder contar con usted para colaborar de la formación de los futuros sacerdotes. Su larga trayectoria pastoral no solo le avala como formador, sino que puede ser de gran ayuda a la hora de preparar a los futuros sacerdotes diocesanos. Ciertamente, a usted no se le podrá achacar la falta de experiencia pastoral y tampoco la preparación para esa labor tan delicada y de tanta trascendencia para la Iglesia, como la consideró el beato Manuel Domingo y Sol, patrono de las vocaciones sacerdotales y como pide ese mismo documento mencionado: los formadores «deben poseer necesariamente… además de las cualidades naturales y sobrenaturales, la debida preparación espiritual, pedagógica o técnica» (n. 3).

Me alegro de haber podido compartir con usted muchas de esas inquietudes como formador de seminaristas y el ejercicio del ministerio sacerdotal primero en México y ahora en Ecuador. Muchas felicidades por sus 50 años de ministerio sacerdotal.

P. José Luis Ferré Martí

 P. Carlos Boulanger L. – Rector del Seminario Mayor San José de Quito

Desde hace tres años comparto con Jaime la misión de la formación de los futuros presbíteros en el Seminario de Quito. Hemos tenido oportunidad de convivir y de encarnar el carisma de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos en esta porción del pueblo de Dios. Quisiera destacar algunos aspectos notables en la vivencia del ministerio presbiteral de Jaime.

1.      Es “un hombre de Iglesia”, que se expresa en primer lugar en su espíritu de comunión con el papa Francisco y con los Obispos. Por otra parte, me ha edificado grandemente su disponibilidad, manifestada en la obediencia y fidelidad a la misión encomendada. A sus 75 años emprende la aventura de ser formador espiritual en un país nuevo, con un grupo de sacerdotes que no conoce. Y lo hace con entusiasmo, sin lamentos ni quejas, dando testimonio de amor al sacerdocio y a la Iglesia. Encarna lo que nos dice el Concilio Vaticano II: “Pero como el ministerio sacerdotal es el ministerio de la misma Iglesia, no puede efectuarse más que en la comunión jerárquica de todo el cuerpo. La caridad pastoral urge, pues, a los presbíteros que, actuando en esta comunión, consagren su voluntad propia por la obediencia al servicio de Dios y de los hermanos, recibiendo con espíritu de fe y cumpliendo los preceptos y recomendaciones emanadas del Sumo Pontífice, del propio obispo y de otros superiores; gastándose y agotándose de buena gana en cualquier servicio que se les haya confiado, por humilde y pobre que sea”. (PO 15).

2.      Su espíritu apostólico y sentido de fraternidad presbiteral. Es el hombre disponible y trabajador para colaborar con sus hermanos presbíteros en las diversas tareas pastorales. Además de su misión como Director Espiritual en el Seminario, con mucha frecuencia durante los fines de semana atiende por largas horas a los penitentes en el sacramento de la reconciliación, celebra la Eucaristía, matrimonios, bautizos... Siempre se ofrece a ayudar cuando nos solicitan colaboración. Dirige retiros, da charlas de formación, acompaña espiritualmente a los seminaristas…. Don Jaime vive lo que nos enseñó nuestro Fundador, el Beato Mosén Sol “que no se diga que un Operario pudo hacer un bien y no lo hizo”.

3.      Es un hombre de paz y caridad. El padre Jaime, desde el silencio, colabora generosamente con sus bienes con mucha gente que solicita ayuda para medicinas, estudios, comida, libros, u otras necesidades. Comparte con alegría y desprendimiento. Es hombre que busca la reconciliación y trata de comprender las flaquezas de los demás, con paciencia y caridad.

Felicidades P. Jaime en tus bodas de oro sacerdotales. Agradezco a Dios el haber compartido estos años contigo. Tu testimonio y servicio me ayudan y me hace mucho bien. Gracias.

P. Carlos Boulanger

IMAGENES DE LA MISA CONCELEBRADA:

-Por el Arzobispo de Quito, Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, sdb 

-Por el Obispo Auxiliar de Quito, Mons. David de la Torre, SSCC

-Por los sacerdotes presentes, en la capilla de Betania, de la Conferencia Episcopal del Ecuador, junto con los seminaristas del Seminario Mayor diocesano de San José.


Junto con el Arzobispo de Quito y su Obispo Auxiliar:


- MISA CRISMAL EN LA CATEDRAL PRIMADA DEL ECUADOR: Homenaje a los sacerdotes de la Arqudiócesis en sus bodas de oro y de plata:

   El Arzobispo de Quito me regala la imagen de la Virgen y el Niño junto a los otros tres padres que celebraban sus 25 años de presbiterado (marzo 2023).

CENA en el SEMINARIO SAN JOSE DE QUITO:




 *Carta enviada al Papa Francisco el 18 noviembre 2022

viernes, 12 de julio de 2024

- Celebrando mis 80 años en Ecuador

                             
El 10 de julio 2024 he podido celebrar aqui en Quito, Ecuador, mis 80 años de vida. Por estas fechas de julio los estudiantes del Seminario están fuera, en las misiones de la zona de Imbabura, solo quedaban dos estudiantes: Brayan y Josué, quienes deben presentar el examen de graduación. Aqui una imagen con ellos celebrando mi 80 cumpleaños. Demos gracias a Dios por el don de la vida!

Esta es la felicitación de cumpleaños que la Arquidiócesis de Quito publica en el chat de todas las parroquias y para todos los sacerdotes. Creo que la foto mia es del año 2019 (hace 5 años) cuando llegué a Quito y me tomaron fotos para el carnet de sacerdote diocesano.

Esta es la felicitación de mis 80 años que publicaron los seminaristas en el chat del Seminario Mayor diocesano San José de Quito.
Celebrando mis 80 años con el P. Emilio Raza y los dos seminaristas que preparan su graduación y siguen estudiando en el Seminario de Quito. En la mano tengo el cuchillo para partir el pastel de 80 cumpleaños, con que, amablemente me obsequiaron
Este es el pastel de mis 80 años, regalo del Seminario de Quito.
Sacando la velita que estaba en el pastel...
El momento de soplar la velita del pastel... para no poner la "terrible cifra de 80 años" pusieron otra velita con el signo: ?

-Felicitación de los Obispos del Ecuador:
 La conferencia de Obispos de Ecuador se reune algunas veces al año en la casa de Retiros de Bethania, junto al Seminario. El dia 10 de Julio coincidió que los obsipos iban a celebrar la misa y nos invitaron. Alguien le dijo al Presidente de los Obispos del Ecuador, Mons. Luis Cabrera, Arzobispo de Guayaquil que "El P. Jaime cumple hoy 80 años..". Con gran sorpresa de mi parte, Mons. Luis Cabrera empezó la misa diciendo: "Felicitamos al P. Jaime del Seminario que nos acompaña y que hoy cumple 80 años", y me regalaron los obispos un cálido aplauso de felicitación. 
-Unos dias antes..
Recibí una invitación del Nuncio Apostólico del Vaticano en Ecuador para participar en la Recepción oficial con motivo del Dia del Papa. Es la primera vez que he sido invitado a un acto oficial de la Nunciatura. Le comenté al Ilmo. Nuncio que en pocos dias iba a cumplir 80 años y me ofreció una cordial felicitación.
  Aqui unas imágenes del Acto oficial en Quito:
-La invitación recibida de la Nunciatura:
-Saludo con el Nuncio Apostólico en Ecuador:

Nunciatura Apostólica en Ecuador celebra el “Día del Papa” con una recepción

Cada 29 de junio, en la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, la Iglesia Católica celebra el “Día del Papa”, y de alguna manera rinde un sentido homenaje al Sucesor de Pedro en la sede de Roma, el Papa Francisco.

En Ecuador, el Nuncio Apostólico, Mons. Andrés Carrascosa, ofreció una Recepción al Cuerpo Diplomático, a miembros del Gobierno, a la sociedad civil y a autoridades eclesiásticas. Este año, “La casa del Papa” contó con la visita de ministros de Estado, embajadores, sacerdotes, religiosos y religiosas, y amigos de la Nunciatura Apostólica.

El encuentro inició a las 12h00 y los invitados fueron recibidos por Mons. Andrés Carrascosa, quien también es decano del Cuerpo Diplomático acreditado en el país. Durante los saludos protocolarios los asistentes manifestaron su gran cariño, adhesión y comunión con el Papa Francisco.

Por otro lado, aplaudió que Quito será la sede del 53º Congreso Eucarístico Internacional, e invitó a toda la sociedad a unirse a la preparación de este evento que se realizará del 8 al 15 de septiembre de 2024, y que abre la posibilidad de que el Papa Francisco visite el país y presida la Misa conclusiva del evento. “El Papa Francisco, aunque bien consciente de su edad, no ha renunciado a este viaje, que sería una gracia para todo este país”, explicó.

“Tanto en este Día de San Pedro y San Pablo, Día del Papa, como el próximo Domingo en la Misa que celebraré en la Parroquia de La Paz, invito a todos a pedir al Señor por el Papa -como Él siempre insiste en que hagamos-, por su salud y para que tome las decisiones que Él entiende que el Señor le pide”, concluyó

Relaciones entre la Santa Sede y Ecuador

La nunciatura apostólica de la Santa Sede en Quito es una de las 158 representaciones extranjeras en Ecuador, una de las 84 representaciones extranjeras en Quito y una de las 118 representaciones diplomáticas y consulares de la Santa Sede en el exterior.
La nunciatura apostólica de la Santa Sede en Quito es la única representación de la Santa Sede en Ecuador. Ecuador tiene una 
embajada en Santa Sede.